MONGOLIA

Marcos Ripalda
3 min readMar 10, 2023

Que todo es ponerse, me dice el mongolo. Y yo que voy a muerte, que mato por este mongolo, me pongo a ello.

Y me cuesta, no crean. No soy yo de renunciar así como así, pero yo por mi mongolo a muerte, hostias. Aunque seguro que me vienen los de la oenegé de turno con alguna pamplina legal para que retire lo de mongolo. Y yo sé lo digo con cariño, conste. Que el puesto es suyo. Del mongolo. Que yo no quiero para nada el puesto. Hasta que lo quiera, claro. Y el mongolo tendrá que irse. ¡Bueno que si se va! Pispás, pispás y a otra cosa.

Mientras, yo voy a muerte, qué cojones, con mi mongolo hasta la Luna, hostias. Lo abrazo, me abraza, y aunque me da un poco de asco que me soben, contemplo embobado el surco de sudor que se le ha dibujado al mongolo en el sobaco y percibo en la pituitaria un ligero olorcillo rancio, como de jabón lagarto, así que aguanto, resisto, sí, qué cojones, que ya veo la recompensa, que tanto alabar al mongolo tendrá su fruto, digo yo, que soy el namberguán, un corredor de fondo, y ya estoy llegando, ya llego, hostias.

Somos la repera este mongolo y yo. Y encima nos van a votar los mismos que nos votaron, así que fijo que ganamos. Qué flojita oposición, por cierto, tuvimos, qué cosita más fácil, que paseíllo, qué país… Pues tiene lo que se merece, qué coño, este pueblo cazurro, anda que no.

¡A ver, abre el grifo, mongolo, que nos vamos a dar un baño! Y nos pegamos un buen baño, con dos cojones, esto es Jauja, y hacemos la croqueta sobre nuestros votantes, que nos metan mano si quieren, y si son sobres mejor, que ya les metemos los dedos nosotros, y si nos desnudan, les hacemos guarradas sin catalogar y les exigimos nuestros derechos, los del mongolo y los míos. Con el mongolo hasta la muerte, gritan unos. Muerte al mongolo, gritan otros. Yo por mi mongolo mato, que no.

Y para cuando la fiesta acabe, cuando se dé por concluida la borrachera, y teniendo presente la perspectiva que da el tiempo —esto es muy importante—, volveremos a nuestros quehaceres, o sea, a deshacer todo lo que podamos para tener cuatro años de cheques en blanco para rehacer, remover y hasta ensortijar la misma mierda con la minga. Al nuevo modo, dirá el mongolo, y yo a muerte con él, hostias, aunque en realidad estaremos publicitando la misma patraña, pero esto no lo diremos ni el mongolo ni yo, que tontos no somos, y así, desmemoriando al personal, fomentando la no asistencia a las hemerotecas, iremos forjando nuestro paso por el mundo, nuestros titulares de prensa, nuestro porvenir en los libros de historia, y los afines a nuestro ideario, que son muchos, alabarán, qué duda cabe, el trabajo del mongolo o, tal vez, sólo el mío, porque el mongolo, tiempo al tiempo, se irá o tropezará o lo echarán, lo mismo da, hostias.

Sign up to discover human stories that deepen your understanding of the world.

Free

Distraction-free reading. No ads.

Organize your knowledge with lists and highlights.

Tell your story. Find your audience.

Membership

Read member-only stories

Support writers you read most

Earn money for your writing

Listen to audio narrations

Read offline with the Medium app

Marcos Ripalda
Marcos Ripalda

Written by Marcos Ripalda

Diseñador UX/UI. Cuentista postirónico. Licenciado en Periodismo. A veces diseño y maqueto libros. Apasionado de los vinilos y las tiendas de libros.

No responses yet

Write a response